sábado, 15 de mayo de 2010

Carta No. 13 Julio 2006

Querida hermana, querido hermano:

Intentamos ser puntuales en esta cita mensual que tenemos contigo y a la que siempre acudimos con mucho gusto.. Te damos las gracias por seguir recorriendo con nosotros el camino de evangelización de este año 2006, centrado en la aceptación mutua. En este mes de julio pretendemos destacar que aceptarse mutuamente incluye saber respetarnos los unos a los otros. Por eso hacemos esta invitación:

Tratemos a los demás como nos gustaría que nos traten
Bueno, en realidad no es una invitación nuestra, sino una exigencia que Jesús nos plantea a los que queremos seguirle, es decir, vivir como él: "Todo cuanto quieran que les hagan los hombres háganselo también ustedes a ellos; porque ésta es la Ley de los Profetas". (Mt 7,12).
Está claro que Jesús tenía una extraordinaria capacidad para expresar cosas muy profundas con palabras muy sencillas. A nosotros nos conviene saber que "respeto" viene de una palabra latina que significa "mirar una y otra vez, contemplar con miramiento", ¿Y qué es lo que hay que mirar con tanto cuidado o considerar con tanta atención? Sencillamente la dignidad de cada persona, es decir, que cada uno de nosotros somos absolutamente importantes. Por eso, tener respeto es pensar en el otro y tomarle en cuenta, no sólo para no causarle daño, también para favorecer los derechos que tiene como persona humana.
A , amigo lector, a nosotros, los que te escribimos, y a todos y cada uno Dios nos ha creado a su imagen y semejanza. Más aún, nos ha hecho sus hijos. Esa es la razón de nuestra dignidad y el motivo por el que nos debemos los unos a los otros un exquisito respeto.
Te saludamos con el afecto de siempre Keila, Caína, Edwin, Yosep María, Haroni y Javier, párroco.

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