viernes, 14 de mayo de 2010

Cartas No. 11 Abril 2006

Querida Hermana, querido hermano:





Nuevamente te saludamos, todavía con la alegría pascual, y te invitamos a seguir acompañándonos en nuestro itinerario de evangelización de este año, que está centrado, como recordarás, en la aceptación mutua.





Nos encontramos en el mes de mayo, lo que es tanto como decir en el mes de las madres. Por eso, nos ha parecido adecuado que esta vez nuestro mensaje sea el siguiente:







Amémonos con





corazón de madre









Los sentimientos de una madre buena se pueden resumir en: Abnegación y Entrega. Abnegación quiere decir negarse a si mismo para favorecer a otras personas. La abnegación conlleva sacrificio, dedicación, espera, generosidad, fidelidad incondicional, renuncia, desprendimiento, aguante, silencio y discreción.





La entrega se expresa en desinterés, perdón, cuidado, apoyo y donación de si mismo.



Estarás pensando que mayo es también el mes de María. Efectivamente, lo es, pues en María encontramos el mejor amor de una madre. Ella supo guardar en su corazón todo lo que Jesús realizaba y cuanto sucedía a su alrededor . Ella lo acompañó, sabiendo respetar su misión, aunque a veces eso supiera incomprensión y dolor. Ella se mantuvo fiel hasta el final, hasta el mismísimo pies de la cruz, donde se muestra la calidad de un verdadero amor.



María siempre con Jesús y, desde entonces, siempre con nosotros porque el propio Jesús nos la regaló como madre.

"Hijo, ahí tienes a tu madre. Madre ahí tienes a tu hijo". Estas palabra que Jesús dijo a Juan valen también para ti, para nosotros y para todos:





María es nuestra madre








Te saludan con el afecto de siempre Keila, Caína, Edwin, Yosep María, Haroni y Javier, párroco.

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